3:43 Sondaje Vesical

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El sondaje vesical es la colocación aséptica de una sonda en la vejiga urinaria a través del meato uretral. Una sonda es un tubo de látex o de silicona cuya consistencia depende de su composición. Su tamaño esta calibrado en unidades francesas (CH) que miden la circunferencia externa. Las sondas vesicales tienen uno o varios orificios en la parte distal. Pueden tener 1, 2 ó 3 vías distintas.(Figura 1) Las sondas de una vía suelen ser rígidas y se utilizan para sondajes intermitentes. Las sondas de 2 vías se usan para sondajes permanentes y la segunda vía sirve para hinchar el balón con agua bidestilada para fijarla. La primera vía lleva una guía para facilitar la introducción. En niños prematuros y lactantes pequeños se puede retirar la guía antes de sondar para minimizar el riesgo de provocar una falsa vía. En las sondas de tres vías, la tercera vía se utiliza para irrigar la vejiga de forma continua.

Figura 1: Sondas vasicales

    El sondaje vesical puede ser permanente ó temporal. Este último puede ser único o repetido.



Objetivos del sondaje vesical

  • Los objetivos del sondaje permanente son:
    • Control de diuresis.
    • Cicatrización de las vías urinarias tras la cirugía.
    • Prevención de la tensión en heridas pélvicas y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
    • Proporción de una vía de drenaje o de lavado continuo de la vejiga.
  • Los objetivos del sondaje temporal son:
    • Vaciado de la vejiga en caso de retención de orina.
    • Obtención de una muestra de orina estéril.
    • Determinación de la cantidad de orina residual después de una micción.

    En este capítulo nos ocuparemos del sondaje vesical permanente, puesto que es el más frecuente en una unidad de Críticos.



Pensamiento crítico

    La infección del tracto urinario en pediatría es la infección bacteriana no epidémica más frecuente en la edad pediátrica, lo cual, además de la morbi-mortalidad que causa, origina un aumento en la estancia hospitalaria y en los costos de hospitalización que conlleva. Debemos tener muy en cuenta que los mecanismos de contagio principales están relacionados con la manipulación de la sonda, tanto durante el sondaje como en los cuidados posteriores, consideración que nos lleva a destacar la importancia de la actuación de enfermería en la realización y el cuidado del sondaje  vesical para prevenir ó minimizar el riesgo de infección en los niños que lo precisan inevitablemente para su tratamiento. La técnica del sondaje vesical no es una urgencia vital, lo que nos permite llevarla a cabo con las condiciones de asepsia óptimas.



Procedimiento del sondaje vesical permanente

Material y métodos: (figura 2)


Figura 2: Material

  • Una enfermera y una auxiliar de enfermería.
  • Gorro y mascarilla facial.
  • Guantes estériles.
  • Guantes no estériles.
  • Agua y jabón.
  • Solución antiséptica según el protocolo de desinfección del centro.
  • Gasas no estériles.
  • Gasas estériles.
  • Talla estéril fenestrada.
  • Sonda de dos vías (tipo Foley) de calibre adecuado. (t)
  • Lubricante urológico.
  • Agua bidestilada estéril.
  • Jeringa de 2-5 cc. + aguja.
  • Bolsa colectora de circuito cerrado con grifo y soporte para la bolsa. Se considera sistema de circuito cerrado cuando consta de:
    • Cámara graduada para medir la cantidad de orina.
    • Válvula antirreflujo.
    • Zona para la toma de muestras por punción.
    • Sistema de vaciado en la parte inferior.
  • (t) En el paciente gran prematuro se puede utilizar un catéter umbilical o una sonda de nutrición calibre 4 ó 5, ya que el calibre menor de la sonda Foley es CH6 y suele ser demasiado gruesa sobretodo para los niños.
  • Teniendo en cuenta que la cantidad de orina que emiten estos niños es muy pequeña y es imposible medirla con precisión con un sistema colector convencional, “fabricamos” (figura 3) uno especial  conectando la sonda a un sistema que obtenemos de la siguiente manera: cortamos la parte distal de un equipo de infusión e introducimos la tubuladura cortada en una bolsita colectora pediátrica junto con una sonda de alimentación para poder medir la orina y vaciar la bolsa. Sellamos el orificio de entrada de las sondas en la bolsa con un apósito impermeable estéril.


Figura 3: Sistema colector para prematuros

Realización de la técnica

   Explicaremos al paciente, de manera adecuada a su edad, la técnica que le vamos ha realizar y lo colocamos en decúbito supino. Después de realizar un lavado higiénico de manos y con los guantes no estériles, la auxiliar lava los genitales con agua y jabón y los desinfecta con una gasa estéril impregnada en solución antiséptica. La enfermera realiza un lavado quirúrgico de manos y se coloca los guantes estériles. Con la ayuda de la auxiliar, que le va entregando el material, prepara un campo estéril en una mesa, colocando todo el material sobre la talla (gasas, guantes, jeringa, sonda, lubricante y sistema de bolsa colectora) y procede a su preparación que consiste en:

  • Montar el sistema de la bolsa colectora.
  • Cargar la jeringa con la cantidad de agua adecuada para el balón de la sonda que utilicemos.
  • Retirar la guía si el niño/a es pequeño.
  • Comprobar el buen funcionamiento del balón inyectando la cantidad recomendada de agua y esperando unos segundos tras los que se retirará el agua.
  • Aplicar el lubricante a la sonda.
  • Tapar las piernas del paciente con la talla fenestrada, la obertura de la cual debe procurar acceso a la zona genital.
  • Realizar el sondaje:
    • Procedimiento en la niña. Colocamos a la paciente en decúbito supino con las rodillas flexionadas y separadas. Realizamos la desinfección de la zona genital: separando la vulva con el pulgar y el índice de la mano no dominante, identificamos el meato urinario y lo limpiamos con una torunda impregnada de desinfectante, siempre con un movimiento descendente. Introducimos la sonda, previamente lubricada, lentamente y sin forzar hasta que comience a fluir la orina, entonces introducimos la sonda 2-3 cm. más, retiramos la guía e inflamos el balón con el agua bidestilada. Tiramos con suavidad de la sonda para comprobar que queda fijada.
    • Procedimiento en el niño. Colocamos al paciente en decúbito supino con las piernas estiradas. Sujetamos el pene en posición vertical con la mano no dominante, retraemos el prepucio y desinfectamos el meato urinario, ejecutando un movimiento circular de dentro hacia afuera con una torunda impregnada de desinfectante. Introducimos la sonda, previamente lubricada, lentamente y sin forzar hasta que encontramos un tope, inclinamos el pene 45o aproximadamente (esta posición favorece el paso por la uretra prostática) y continuamos entrando la sonda hasta que comience a fluir la orina. Introducimos  la sonda  2-3 cm. más, retiramos la guía e inflamos el balón con el agua bidestilada. Tiramos con suavidad de la sonda para comprobar que queda fijada.
  • Conectar la sonda a la bolsa colectora.
  • Proteger la conexión de la sonda con la bolsa con gasa estéril y povidona yodada.
  • Colocar la parte externa de la sonda de forma que se mantenga sin angulaciones, fijándola con esparadrapo en la cara interna del muslo de manera que impida tracciones de la uretra  y a la vez permita la movilidad del paciente.
  • Desechar los residuos y material sobrante en los contenedores indicados.
  • Anotar en el registro de enfermería la fecha y hora del sondaje, tipo y nº de sonda, mililitros de agua que se han utilizado para inflar el balón, características de la orina y las observaciones que se crean necesarias.

Retirada de la sonda

    La maniobra se realiza con guantes no estériles. Se desinfla el balón con una jeringa y se retira la sonda con suavidad y se limpia la zona genital con agua y jabón.

  • Anotar en el registro de enfermería la fecha y hora de la retirada y las observaciones que se crean necesarias.

Lavado de la sonda vesical

    Aunque no es aconsejable manipular la sonda, en alguna ocasión puede ser necesario para mantener o recuperar la permeabilidad de la sonda. Es una técnica estéril.

Material:

  • Gorro y mascarilla.
  • Guantes estériles.
  • Empapador desechable.
  • Talla estéril
  • Jeringa de 50 cc. con cono de alimentación.
  • Solución salina estéril

Procedimiento:

   Explicamos al paciente lo que vamos a hacer. Colocamos el empapador debajo de la conexión de la sonda con el sistema colector y cubrimos esta con una gasa empapada en antiséptico. Nos ponemos los guantes, colocamos encima del empapador la talla estéril y montamos un campo con el material necesario. Desconectamos la salida de la sonda, cargamos la jeringa e introducimos la solución salina, retiramos la jeringa y dejamos fluir por gravedad. Si no fluye, aspiramos para sacar el producto que origina la obstrucción y conectamos de nuevo la bolsa colectora. Si la sonda no recupera la permeabilidad, repetimos la maniobra y si no solucionamos el problema retiramos la sonda y realizamos un nuevo sondaje.



Complicaciones del sondaje vesical

  • Creación de una falsa vía por traumatismo en la mucosa uretral. No hay que forzar la introducción de la sonda, la cual  debe entrar con suavidad. Si no se consigue el sondaje, se debe esperar un rato antes de realizar de nuevo la técnica. 
  • Retención urinaria por obstrucción de la sonda. Esta obstrucción puede estar causada  por acodamiento de la sonda y por coágulos, moco o por sedimentos de la orina.
  • Infección urinaria ascendente por migración de bacterias a través de la luz de la sonda.
  • Presencia de hematuria posterior al sondaje a causa de alguna pequeña herida provocada al realizar la técnica. 

Observaciones

  • Ante el roce de la sonda con cualquier superficie no estéril, debemos cambiarla por una sonda nueva.
  • Si se introduce erróneamente la sonda en vagina, debe desecharse, desinfectar de nuevo la zona y usar una sonda nueva, repitiendo el procedimiento.
  • Para inflar el balón debe utilizarse agua bidestilada y no suero fisiológico, puesto que el sodio puede provocar la rotura del balón.
  • Inflar el balón con los mililitros de agua bidestilada que recomienda el fabricante. Esta maniobra no debe molestar al paciente.
  • Mantener la bolsa colectora siempre por debajo del nivel de la vejiga para evitar reflujos. Si hay que trasladar al paciente y se coloca la bolsa sobre la cama, se debe pinzar el tubo.
  • El sistema de sondaje permanente es un sistema cerrado, por lo que no debe desconectarse para limitar el riesgo de infección. Si hay que recoger una muestra se utilizará la zona de la tubuladura indicada para ello.
  • Una sonda permanente debe cambiarse cada 15-20 días, aunque las sondas de silicona pueden mantenerse un periodo más largo, de 2-4 meses.
  • La higiene de genitales y sonda debe hacerse una vez por turno como mínimo.
  • La bolsa colectora debe vaciarse cada vez que esté llena en dos tercios de su capacidad y cambiarse cada semana.
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