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tener una nevera donde conservemos un repuesto de cada uno de nuetros órganos no es una idea descabellada. Sería la solución a las largas colas de espera de recepción de transplantes y aumentaría la esparanza de la vida humana, labor que han conseguido en el Instituto de Medicina Regenerativa de Carolina del Norte a partir de moldes biodegradables con la forma del órgano a crear. El proceso consta de varias partes, una primera, donde se realiza dicho molde, por ejemplo una vejiga. El molde está compuesto por una estructura porosa que permite absorber las células que se introducirán en el segundo paso y que les sirve como estructura. Las células se extraen del propio futuro receptor del órgano, así se evitan problemas de rechazo. En el último paso, una vez que las distintas células han creado el órgano, se transplanta al paciente, donde el molde que sustentó a las células se va eliminando dejando sólo al nuevo órgano.
En principio sólo han sido capaces de crear y transplantar con éxito órganos sencillos: riñones, traqueas, etc. pero es un gran paso para la medicina y la ciencia en materia de transplantes. Pero también abre un debate polémico como hace la mayoría de los avances científicos, el uso y aplicación de las nuevas técnicas. ¿Sería ético fabricar un molde con la nariz de algún actor y luego implantárnosla en lugar de la nuestra? Eso ya dejo que lo penséis vosotros.
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